No cabe duda, que la acción externa en los procesos productivos que afectan al consumo de los ciudadanos implica tener controlados los mismos frente a posibles agentes externos.
La amenaza real frente a ataques vandálicos o de carácter extremista es un serio problema contemplado en todos los planes de seguridad. A partir del 11 S se produjo un punto de inflexión en el que se pasó de un relajamiento completo a ir paulatinamente adoptando medidas que aseguren el control en las plantas y los procesos asociados.
Es aquí donde las nuevas tecnologías nos ofrecen un apoyo importante tanto en la acción disuasoria (preventiva) y forense a posteriori de cualquier hecho acontecido. La utilización de sistemas de video vigilancia asegura la grabación continua de todos los procesos de la cadena, evitando así malas praxis que pudieran afectar, tanto a la calidad de nuestro producto como a posibles riesgos.
Entre los diferentes sistemas es de destacar los dispositivos de captura 360º que eliminan la posibilidad de ángulos muertos ya que son capaces de grabar la imagen completa que se encuentra alrededor del equipo, es decir los 360º de visión. Esta perspectiva periférica permite controlar todos los procesos de la cadena sin tener que centrar la imagen en un único punto, evitando así la pérdida de detalles que pueden resultar vitales para la seguridad del producto.
Además de las aplicaciones de seguridad, estos dispositivos nos permiten la monitorización remota de nuestros cultivos o plantas, especialmente en el sector del cultivo de hongos, ya que podemos, con un único equipo ubicado adecuadamente, visualizar y controlar todas las bandejas de incubados para poder seguir su evolución. No cabe duda que el avance de éste tipo de tecnologías supone un salto cualitativo en los equipos de supervisión y control tanto en el ámbito de la seguridad como el de la calidad de nuestros cultivos.